He estado en la escuela de masajes durante los últimos ocho meses, mi final mañana. Yo tenía que estar practicando con mi esposo, pero él me llamó al trabajo. Afortunadamente mi hijastro está ahí para ayudar y me permitió practicar un masaje en él. Él se sorprendió al ver mi uniforme que tenía que usar. Él complementó a mi cuerpo. Al principio era incómodo pero cuando se volteó vi su palpitante polla que sabía lo que iba a pasar. Tanto las tetas como el culo y yo nos enteramos de que lleva un tiempo que me quiere. Estaba tan halagada y sorprendentemente excitada. Las cosas se salieron un poco de control y tuve que tener su polla dura en el coño mojado. Lo necesitaba dentro de mí. Fue la mejor sensación mientras lo montaba. Quería que se sienta bien. Me preguntó si podía meter su polla en mi boca y yo lo dejé. El deseo se apoderó, chupé lamió y trabajó esa polla. Le dije que se corriese donde quisiera. me dio la vuelta para volver a estar en mi boca. Le rogué que se corrió en mi cara. La sensación de que el semen caliente le dispara por toda mi cara