¡Soy muy cruzado contigo, papi! ¡Mira lo que me has hecho hacerte hacer ahora! ¡Te advertí de qué pasaría si no me sacara la leche! Ya sabes que estoy acostumbrada a conseguir lo que quiero. Cuando quiero algo, debes dármelo. ¡Sabes que siempre ha sido así! ¿Por qué te casaste con esa estúpida mujer de todos modos y la dejaste venir a vivir en mi casa? Estaba bien como lo era antes. Tenías que arruinarlo, ¿no? Siempre les estás prestando más atención que yo hoy en día. Soy el más importante, ¡recuerda! ¡No me des esa apariencia! Quería que gaste todo su dinero en mí y en nadie más. ¿Y qué hiciste? ¡Trajeste tres chicas a la casa! ¿Qué estabas pensando? ¿Dónde están? ¡Jaja! Están aquí en algún lado, pero ya no te quitarán la atención. Ya no podía mirar sus caras malcriadas. Pensaban que podían ganar. Pensaban que podían de alguna manera envolverte alrededor de sus dedos pequeños. Bueno, ¡sólo yo puedo hacerlo!